CONDUCTA DESAFIANTE
INTRODUCCIÓN
Los niños o adolescentes pueden presentar conductas que desafían las reglas de los padres, maestros y otras figuras de autoridad más de lo que se consideraría normal para cada etapa de vida. estas conductas llegan a ser tan disruptivas que causa disfunción en el área escolar, familiar y social. El trastorno más ligado a este tipo de conducta se conoce como trastorno negativista desafiante, el cual es descrito a continuación.
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
Se caracteriza por un comportamiento desafiante y desobediente ante las figuras de autoridad como pueden ser los padres, los maestros, cuidadores u otros adultos.
Los síntomas se manifiestan antes de los ocho años de edad. Incluyen irritabilidad, comportamiento combativo y desafiante, agresividad y afán de venganza.
SÍNTOMAS
Presencia de un patrón de enfado o irritabilidad, de discusiones o actitud desafiante o vengativa que se manifiesta por al menos cuatro de los siguientes síntomas:
- Enfado o irritabilidad.
- A menudo pierde la calma.
- A menudo se molesta con facilidad.
- A menudo está enfadado o resentido.
- A menudo discute o presenta una actitud desafiante.
- Discute a menudo con la autoridad o con los adultos.
- A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad.
- A menudo molesta a los demás deliberadamente.
- A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
- A menudo es vengativo.
- Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
TRATAMIENTO
Los modelos de tratamiento empleados para este trastornos son:
Entrenamiento para padres.
Ayuda a desarrollar habilidades de crianza: constancia, refuerzos positivos, mandatos efectivos y aplicación de castigos.
Entrenamiento en solución de problemas.
Ayuda a que el niño/adolescente identifique y cambie los patrones de pensamiento que lo llevan a tener problemas de comportamiento.
Entrenamiento en habilidades sociales.
Le ayuda al niño/adolescente a desarrollar habilidades sociales para una interacción más efectiva.
“Todo lo que hacíamos por controlar a nuestro hijo no funcionaba, sus episodios de irritabilidad y conducta desafiante nos tenían rebasados”.